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Vespertina Star

30.10.06

lost & found & lost (& found again... actualizado)

Te perdí hace tanto tiempo que no puedo recordarlo. Cuando te reencontré (o creí hacerlo) estabas ahí, tus ojos castaños clavados en mí. Tu piel tan blanca que no podría creerlo. Tu sonrisa tímida, en aquel entonces ni siquiera usabas barba de candado (como pasaría después). Voz suave, ni tan alto ni tan bajo.

Elegí mi lugar sólo por tenerte cerca. Esa vez transigiste, tu amigo te pidió el lugar en le que te sentabas para que la niña que le gustaba se sentara con él. Esa fui yo. Te perdí otra vez. Nunca nadie debe de tocar a las pretendidas de los amigos. Fui su novia por años. Él cambió de lugar, dejó de ser tu amigo.

Los años circularon. Te hiciste amigo de mis amigas, y empezaste a juntarte con ellas y de nuevo conmigo. Te encontré. Ahora usabas barba, y platicábamos más sobre tu música y mi fotografía. Todavía era novia de él, tú eras pretendido por tres de mis amigas a la vez. Se distanciaron. Te perdí. Dejé de verlo a él, cambié de vida. Mis amigas pasaron a segundo plano.

El último día antes de voltear mi vida de cabeza, tomando fotografías de quienes fueron importantes para mí, te encontré. Me tomé una fotografía contigo, platicamos, nos reímos. Tus ojos de café cargado y mis ojos de café canela clavados unos en otros. Me escuchaste cantar entre la multitud. Te perdí.

La revolución me traicionó. Siempre regreso al mismo lugar. La despedida de una de las viejas amigas me trae de vuelta al lugar del crimen. Remolonear es mi costumbre, y pensé en no aparecer, también. Pero tarde o temprano todo llega, y yo llegué y te vi de lejos: te encontré. Mi piel, mi corazón, mi memoria se estremecieron en silencio. Me acerqué y saludaste como siempre, como nunca. Tu mirada brillaba como si me vieras por primera vez. Ya no era amiga de tu amigo, ya no era amiga de tus pretendientas, ya no era una niña en la escuela: me encontraste. Te escuché hablar y te observé en silencio. Tus ojos cansados. Tu rostro en el que las batallas hace mucho están perdidas. Tu voz que baja de volumen. Tu cuerpo que refleja la derrota que llevas dentro tuyo. Te perdí.

Bailé contigo por primera vez y nos reímos. Me pediste que cantara y canté: una, dos, cinco canciones. Tenemos el mismo repertorio.

Nos despedimos sin intercambiar teléfonos. A ver cuándo salimos. Sí, claro. Nos hablamos.

a partir de aquí, modificado

Te di por perdido. Estaba segura de no volverte a ver sino por coincidencia, porque el destino nos moviera. Pero tú decidiste mover al destino y hablarme a mí. Salí del cine dispuesta a encontrarte por última y primera vez.

Tus ojos brillaron al verme. Nos abrazamos por un minuto que pareció horas. Nos encontramos.

Al día siguiente volvimos a salir, hablamos más. Mis ojos encontraron a los tuyos. Tus labios encontraron a los míos. Mis manos encontraron tu cabello y tus dientes mi cuello. Nuestras manos se encontraron y no supieron soltarse. Me encontré en ti y te encontraste en mí.

Si esto fue un descubrimiento o sólo un choque de cometas, no lo sé. Pero encontrarnos al fin en el mismo lugar tenía que ser...

2 comentarios:

  • A diferencia tuya, yo sólo lo tuve, y luego... lo perdí... no se si volveré a encontrarlo, pero esa es una de mis esperanzas...

    Y también, a diferencia tuya, yo no tengo ni una sola foto con él. Y quizá sea bueno que así sea.

    Pero a veces, me duele no tenerla, y entonces, volteo a mi pizarrón de corcho y veo su postal.

    Un abrazo.

    By Blogger Darío Zetune, at 11:38 a.m.  

  • Fts... esos recuerdos que se quedan ahí colgados en la pared...

    Ahora no sé que decirte. Yo lo encontré, finalmente, después de 10 años. Y ni siquiera lo habría imaginado, si alguien me hubiera dicho un día que yo lo besaría alguna vez habría dicho que no, que era mentira. Y ayer me cerraron la boca de una manera dulce, inesperada y pertinente.

    En fin, que tampoco hay que esperar la vuelta... pero shit happens just as wonder does.

    Un abrazo. Gracias por pasar.

    By Blogger Coppelia, at 12:42 p.m.  

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