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Vespertina Star

20.5.04

Recuerdos.

Acabo de ver a mi amor platónico de la preparatoria. Recuerdo su aspecto rebelde, sus pantalones rotos con un parche en la parte posterior (cortesía de una quemadura de encendedor en broma durante un viaje en camión), sus camisas de franela, su gorra de los Raiders más que maltratada. También recuerdo la irreverencia, su sarcasmo, la mirada de inocencia que sin embargo le notaba en el fondo de toda esa maraña de problemas que solía ser...

Recuerdo su impresionante inteligencia, que solamente le traía problemas porque alguien tan poco respetuoso de la autoridad y tan brillante sólo puede ser el némesis de los maestros. Recuerdo las charlas que teníamos sobre política o literatura, siempre lejos de los ojos de quienes sabían que era el payaso de la clase.

Hoy lo vi ya hecho un hombre de cabello corto y anteojos de pasta. Un adulto joven que me sonreía desde su camisa de cuadros y su chamarra de piel mientras me contaba que está por casarse con su novia de la prepa. Un señor gerente de una compañía transnacional que me jura amistad mientras se vuelve a ir de mi vida.

Hoy, justo hoy, me he sentido enormemente vieja. Pero no importa, porque yo sé que lo mejor está justo por llegar... Porque mis proyectos largamente acechados fraguan poco a poco pero de manera irreversible. Y de cualquier manera, aunque siento algo de nostalgia por lo que ya se fue, me alegra tanto pensar en lo que viene...

(Sólo me falta encontrar al que vuela. Y que el que vuela quiera volar comnigo un rato. Pero eso después, que no hay prisa...)