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Vespertina Star

8.10.03

2 de Octubre mejor se olvida...

En la H. Universidad que tiene a bien hacer como que me educa, acaban de organizar una ponencia en honor al 35 aniversario de la matanza del 2 de Octubre en Tlatelolco. Nos obligaron a leer Regina (yo mañosamente me safé) y trajeron a tres ponentes para tener una conferencia maratónica con ellos respecto a los sucesos de ese entonces.

Tuve la increíble oportunidad de escuchar a Fausto Trejo. Sentir como se le quebraba la voz al platicar de que manera un estudiante le salvó la vida en la Plaza de las Tres Culturas es una de esas experiencias que me marcaron. Desgraciadamente, pude ver tanto vacío en los rostros que me rodeaban... Éramos 10 entendiendo quién era este hombre y por qué su conversación era importante. El resto estaba esperando...

¿A quién? A Antonio Velasco Piña, el autor de "Regina". Mientras los que habíamos asistido por ver a los ponentes que participaron en el movimiento íbamos poniendo una cara que estaba a medio camino entre la decepción y el aburrimiento, el 90% del auditorio se desperto y se dispuso a escuchar las sabias palabras de este hombre.

Y el mejor modo de olvidar las verdades, dicen, es disfrazándolas con chaquiras y lentejuelas (o chingaquiras y pendejuelas, como les decía mi profesor Sanfuentes). Y así el '68 no fue un movimiento social y político, sino un simple reacomodo energético de la conciencia colectiva. 'Ta madre... Entonces más bien la historia es de quien la patenta. Y toda esta bola de ignaros felices, salivando el suelo que pisa el novelista. Mejor hubieran leído a Poniatowska, a González de Alba, a...

Ay. Cómo me duele ser como soy.